Santiago de Cuba, 10 de julio del 2012 – (www.aplopress.com)
Muchos quisieran que lo que se está sucediendo en Cuba con el cólera
fuera solo parte de una novela y no la vida real. Sin embargo, lo
más preocupante es la irresponsabilidad con que lo toman las
autoridades, incluso planean seguir adelante con la celebración de
los tradicionales carnavales santiagueros, donde se acumulan miles
de personas.
La infraestructura higiénico-sanitaria en deplorable estado, en contraste con la presencia de focos de infección en la ciudad convierten la situación sumamente peligrosa. A pesar de que de forma oficial se niega la presencia de la enfermedad, lo real es que se han producido muertes y otras personas se mantienen infectadas. En el hospital militar “Joaquín Castillo Duany” ya hay fallecidos por el cólera y otros se mantienen en terapia intensiva.
Las medidas tomadas por el gobierno, son más de coerción y restricciones, pero las condiciones estructurales infrahumanas no se pueden cambiar a corto plazo. El sistema de acueducto y alcantarillado no responde a este tipo de emergencia, y es que no existen plantas de tratamiento de aguas albañales y las aguas negras son arrojadas a la bahía o al mar por el la zona de Aguadores, pero antes de llegar a su destino circulan a campo abierto por dentro de una gran parte de la ciudad.
La infraestructura higiénico-sanitaria en deplorable estado, en contraste con la presencia de focos de infección en la ciudad convierten la situación sumamente peligrosa. A pesar de que de forma oficial se niega la presencia de la enfermedad, lo real es que se han producido muertes y otras personas se mantienen infectadas. En el hospital militar “Joaquín Castillo Duany” ya hay fallecidos por el cólera y otros se mantienen en terapia intensiva.
Las medidas tomadas por el gobierno, son más de coerción y restricciones, pero las condiciones estructurales infrahumanas no se pueden cambiar a corto plazo. El sistema de acueducto y alcantarillado no responde a este tipo de emergencia, y es que no existen plantas de tratamiento de aguas albañales y las aguas negras son arrojadas a la bahía o al mar por el la zona de Aguadores, pero antes de llegar a su destino circulan a campo abierto por dentro de una gran parte de la ciudad.
Las aguas albañales de los repartos Chicharrones, Dessy, Flores,
Asunción y 30 de noviembre convergen en la zona de la Laguna, antes
de llegar a al mar por Sardinero y Aguadores. En esta área se han
radicado números barrios marginales, incluido el llamado Polvorín, y
los niños incursionan en la zanja por donde circulan esas aguas, que
pueden ya estar contaminadas.
Otro problema es la falta de inodoros y agua potable, lo que
incrementa el riesgo de contaminación. Si a esto le agregamos la
asistencia masiva de personas para las fiestas del carnaval, incluso
procedentes de zonas con focos de contaminación comprobado como
Manzanillo, podríamos asegurar que los carnavales pudieran
convertirse en la fiesta del cólera.
La prueba es que en las actividades del pre carnaval y la fiesta del
fuego celebrada en la Alameda santiaguera quedó evidenciado que no
hay ninguna preocupación por las autoridades de imponer medidas que
impiden la propagación de la epidemia. En pocas palabras, que se
avizoran circunstancias impredecibles en tiempos del cólera.
Las posibilidades de que la bacteria haya sido importada desde Haití
son altas, si tomamos en cuenta que el personal de salud o sea de la
brigada médica que labora en ese país entra y sale constantemente y
que estos profesionales confrontan las mismas limitaciones que los
demás ciudadanos, muchos de ellos viven en casas de una familia
numerosa y sin instalaciones sanitarias. Además los estudiantes
haitianos viajan constantemente a su país y ahora para las fiestas
de carnaval su participación es decisiva, pues muchos vienen a
compartir con familias cubanas con las que tiene relaciones, incluso
de parejas.
Gracias a Zoe Valdes por el link
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