Los exhorto a todos ser cada día mejores seres humanos.
Wednesday, January 13, 2010
EL VIEJO ANDRES Y LA SOPA
Los exhorto a todos ser cada día mejores seres humanos.
Tuesday, January 12, 2010
Monday, January 11, 2010
ALINA FERNANDEZ REVUELTA: La generación del desencanto
Saturday, January 9, 2010
Gloria Amaya González
Desde Cubapedia
Gloria Amaya Gonzalez nació el 4 de abril de 1928 en el municipio de Pedro Betancourt, (Provincia Matanzas). Se casó con Liberato Sigler Conde y tuvieron 5 hijos; Juan Francisco, Guido, María Victoria, Miguel y el más pequeño Ariel.Gloria Amaya nunca simpatizó con el sistema comunista y educó a sus hijos con ideas democráticas. Por estas ideas contestatarias al régimen fue marginada de toda participación social, negándosele empleo para el sostén económico de su familia.
Su esposo Liberato enfermó de tuberculosis y esto agudizó aún más la crisis de esta familia. Pero Gloria no claudicó, y con más fuerza se enfrentaba a la dictadura comunista que pretendía rendirla por hambre y necesidad.
En 1980 por defender a los Marielitos --o "escorias" como los llamaban los castristas-- fue víctima de amenazas de muerte y con desterrarla de su país por el simple hecho de oponerse a las golpizas que les estaban dando a estas personas antes de que se fueran de Cuba. A partir de esta fecha hasta la década de los 90 esta familia se mantuvo haciendo oposición de forma clandestina al régimen comunista. Empezaron a relacionarse con personas de otras provincias que tenían sus mismas ideas y objetivos.
El 16 de noviembre de 1996 Gloria Amaya fundó junto a sus hijos un Movimiento de Derechos Humanos al que llamaron Movimiento Independiente Opción Alternativa, y que practicaría la desobediencia cívica no violenta. Tomaban las calles, hacían actos públicos y se identificaban con el pueblo.
La Seguridad del Estado cubano y el Partido Comunista aplicaron varios métodos para destruir este Movimiento, entre ellos: métodos persuasivos, divisionistas, calumniosos, difamatorios, amenazas de muerte, chantajes, golpizas, actos de repudio, arrestos, prisión y destierro.
Gloria Amaya ha tenido que sufrir en su propia casa, sede de este Movimiento, más de 20 actos de repudio con violencia. Uno de los más graves ocurrió mientras hacían un ayuno por la libertad incondicional de sus dos hijos Ariel y Guido, arrestados y condenados injustamente en la llamada Primavera Negra de Cuba de 2003. El domicilio de Gloria fue invadido por bandas fascistas de "respuesta rápida", organizadas y dirigidas por la Seguridad del Estado y el Partido Comunista. Atacaron la casa armados con palos, barras de acero, cables eléctricos tejidos y piedras. Arrasaron con todo lo que encontraron a su paso. A Gloria la lanzaron contra el piso y arremetieron a patadas contra ella, fracturándole una de sus vértebras de la columna vertebral, dejándola invalida. Su hijo Juan Francisco sufrió una herida en la cabeza que requirió de varios puntos de sutura, a Miguel le fracturaron tres costillas, mientras que sus nietos y demás miembros de esta organización fueron salvajemente golpeados. Posteriormente fueron arrestados y conducidos para el departamento de la Seguridad del Estado provincial.
El 18 de marzo de 2003 fueron arrestados tres de sus hijos, Ariel, Guidoy Miguel, y en presencia de Gloria, Miguel fue arrastrado por los cabellos a lo largo de más de 40 metros, lo golpearon, le echaron gases lacrimógenos a los ojos, y se lo llevaron preso. A consecuencia de esto Gloria sufrió un pre-infarto y tuvo que ser inmediatamente trasladada a un hospital, mientras su casa era saqueada por la Seguridad del Estado.
Le confiscaron casi la totalidad de los bienes que tenía: libros, medicamentos, equipos de medicina con los que prestaban servicio a la población gratuitamente, etc. Sus hijos fueron castigados con altas condenas de privación de libertad en diferentes provincias. Su hijo Miguel, después de haber cumplido 2 años de prisión, actualmente se encuentra refugiado en los Estados Unidos, dejando en Cuba una petición Fiscal de 25 años. Ariel y Guido, continúan en prisión cumpliendo una sanción de 25 y 20 años respectivamente. Su otro hijo, Juan Francisco, es amenazado constantemente por la policía política con llevarlo a prisión o fusilarlo y fue expulsado de su centro de trabajo. Juan Francisco es licenciado en Economía.
Gloria Amaya sufrió la pérdida de su esposo Liberato Sigler, padre de sus hijos, el 25 de abril de 1994. A pesar de su avanzada edad y su delicado estado de salud, continúa muy activa desde su sillón de ruedas, convirtiéndose en un ejemplo para toda la oposición interna cubana. Gloria forma parte del grupo opositor cubano denominado las Damas de Blanco, incluso en alguna ocasión ha salido a caminar con ellas por las calles de La Habana para pedir la libertad de sus seres queridos. Actualmente sus piernas y su delicada salud no se lo permiten.
Se siente muy orgullosa de haber ofrecido para el bien de Cuba cinco valientes hijos, ocho nietos y siete biznietos consagrados en la defensa de los Derechos Humanos.
Thursday, January 7, 2010
HUIR DE VENEZUELA
Este artículo aparecio en el blog
VENEZUELA ES NO ENDOSABLE.
Por Alfonso Ussía
La Razón, de España.
El drama de la emigración venezolana. Huir cuesta dinero. Emigrar a otro país abandonando lo mucho o poco que se ha conseguido en el propio, resulta carísimo. En Venezuela pueden huir los Cisneros, pero se trata de un caso especial. El venezolano no tiene medios para escapar del presente y el futuro de su tierra. De tenerlos, se colapsarían los aeropuertos y las fronteras. Un tonto puede gobernar, y contamos con ejemplos cercanísimos. Si el tonto sabe rodearse de inteligentes, el tonto no es un problema más allá de su casa. Pero si el tonto recurre a la mediocridad, la sensación de orfandad de la ciudadanía se enriquece. Algo de esto sabemos por aquí. No obstante, nuestra situación es de privilegio si nos comparamos con otras naciones, y muy especialmente con Venezuela, que está gobernada por un loco. Un loco con poder es letal. Y Hugo Chávez, además de sátrapa, está como un cencerro. Pero tiene a su gente arruinada, porque el dinero
del petróleo lo destina a su bolsillo, al de sus amigos, al de sus colaboradores y al de sus aliados. Con los ingresos petrolíferos de Venezuela, en muy pocos años se puede crear y mantener una clase media que allí no existe. Huir no es el problema.
El problema es sobrevivir después del éxodo. No obstante, mejor enfrentarse a lo desconocido que despertar cada mañana con el peso de saberse gobernado por un simpático, gracioso y colérico chimpancé. De tonto no tiene un pelo, y lo demuestra la inmensa fortuna que ha reunido para él y su familia. Ha sabido rodearse de la miseria de un pueblo para mantenerlo en su pobreza con promesas imposibles de cumplir. No tiene toda la culpa. Chávez es consecuencia de un siglo de robos desde el poder. La clase política venezolana ha dejado extenuada las arcas públicas durante decenios, y esa inmensa riqueza está fuera de Venezuela. Chávez no es diferente. Se distingue de los demás por su condición de loco peligroso. Ayer nos presentó a sus amigos, después de informar a su famélica nación que había adquirido trescientos carros de combate rusos para defenderse de Colombia, los Estados Unidos, el imperialismo, Cristóbal
Colón y los Reyes Católicos.
Sus amigos son peculiares. Además de los Castro, Ortega, el cocalero, Ahmadineyad, Mugabe y Omar Bashid, añora a Idi Amin y defiende a su compatriota Ilich Ramírez, el «Chacal», esa hiena enjaulada. Como para lanzarse de lo alto del Salto de Ángel sin paracaídas. El riesgo que conlleva la locura de Chávez, su megalomanía, su egocentrismo nativo, su tiranía hepática, no es otro que la guerra. Colombia, su vecino y admirable país, se levanta hacia arriba mientras Venezuela, con muchos más recursos, se hunde en la miseria. Poco pan y muchas armas, teoría leninista fielmente llevada a la práctica por el emboinado primate. Guerra en el horizonte, no lo duden, porque antes de caer, Chávez es muy capaz de meter a Venezuela en un período de destrucción y sangre. Pero huir es muy complicado. Por el norte, el Caribe; por el oeste y el sur, la selva. Venezuela no puede huir de Venezuela. Los adversarios de Chávez superan con heroísmo las
amenazas, las agresiones y las muertes. Se cierran los medios de comunicación críticos. Se expropian las tierras. Se muere de hambre Venezuela. Se compran armas.. Y esos amigos… Los locos en el poder sólo cosechan tumbas de inocentes.
Wednesday, January 6, 2010
Oráculo para la izquierda

por Julio Antonio Rojas Portal
Periodista y Bibliotecario Independiente
Centro Informativo Cubano
A través de los tiempos en la historia del hombre, este se ha encargado de hacer profecías de buena Fe. Y otros tratando de engañar la opinión pública.
En este mundo turbulento cambiante poblados por seres inteligentes, se hace más difícil cada día hacer predicciones futuristas, la revista Newsweek no incluyó qué sucederá antes del fin del 2009 en los gobiernos de izquierda en América.
Por ejemplo Castro según su signo comunistal puede declarar una amnistía para los presos políticos a las 12 de la noche el mismo 31 de Diciembre. El loco de Chávez, según su signo pallasial, dejar libre a Venezuela para dedicarse a otras tareas familiares, como por ejemplo venir a Cuba para servirle la comida a su anciano padre Fidel. Y cantarle como nanas sus mariachis para que este pueda dormir. Evo Morales, con tantas plumas y flores encima, como lo indica su signo cocaínal, lo único que le faltarían serian las alas para volar y perderse como Matías Pérez.
Correa y su signo balancín, pudiera convertirse en miembro activo del Partido Republicano de los EE.UU. y aspirar a un escaño como senador. Daniel Ortega, y su estrella del zodiaco pudiera dedicarse como catador de vinos y director de un prostíbulo. El general presidente Raúl Castro según su oráculo eliminaría las restricciones para que los cubanos viajen libremente al exterior, legalizar la oposición Cubana, implantar un Estado de Derecho y, en sus tiempos de descanso, con una buena botella de vino en sus manos, ver las funciones del Ballet Nacional. Moratinos tendería una mejor posición común en España, si logra que su suegra se case con Zapatero.
El presidente Obama...........rinnnnnnn "suena el despertador"
-Yeyo levántate ya, que tenemos que salir a luchar.
-Estaba soñando con los presidentes de izquierda y sus cambios de políticas para el nuevo año.
-Soñar con esa gente son pesadillas, seguro que te las provoco el picadillo de soya.
-tienes razón, vámonos.
Monday, January 4, 2010
LA UNIDAD DEL EXILIO CUBANO DE MIAMI Y OTRAS IES SIN PUNTO
por Osvaldo RayaPongamos el punto: Lo que está dividido es la nación cubana. No el exilio. El exilio es ‒¡gracias a Dios!‒, como cualquier otro grupo humano inteligente, muy heterogéneo. Y eso no es problema. Siendo así, no perdamos la perspectiva ni tanto tiempo en esa autocrítica constante que tan sólo sirve para que alguien, camuflado en carita refrescante y renovadora, haga al fin ese sucio trabajo al servicio ‒ya no muy inteligente‒ de la Inteligencia Cubana y convoque a la unidad del exilio cubano y al entendimiento entre viejos y jóvenes: ¡Ojo con eso!
Ya veo que van dando tumbos, como desesperados, los castristas, allá en La Habana, en las oficinas de Línea y A; a ver cómo hacen para ocupar nuestros espacios y nuestras plazas aquí en Miami ‒¡e, incluso, nuestro Versailles!‒ y se los puede imaginar muy deseosos de agrupar, malintencionadamente, bajo un unitario ‒pero oscuro‒ manto, a muchos buenos cubanos de la diáspora confundidos y avergonzados de la supuesta desunión. Hasta hay quienes andan proclamando a toda voz ‒o a toda internet‒ lo urgidos que debemos estar los exiliados de lograr cambios en la presunta mala imagen del exilio ‒como si alguna vez algún refugiado político de cualquier país ‒o luchador por la libertad‒, a lo largo de la historia del mundo, quisiese lucirle bien a su enemigo o como si fuesen bonitas la claudicación y el repliegue.
¡Cuidado, cuidadito, eh, y que no vayan a crecerle demasiado las alas a esos que arguyen por ahí la necesidad de nuevas caras y nuevas estrategias que atraigan a la mocedad de los cubano-miamenses! Es que todo esto ‒lo de hacer atractiva entre las juventudes la causa cubana‒ me hace recordar el estilo decadente ‒o las tácticas cantinflescas‒ de Robertico Robaina, cuando era el secretario general de la U.J.C. (Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba). Me acuerdo que, por aquellos días de Robertico, el gobierno pretendía hacer más atractivo su discurso revolucionario y, de paso, asegurarse de que los jóvenes olvidasen el hambre y los insoportables apagones; para lo cual la U.J.C. hasta llegó a interrumpir muchas clases en las escuelas secundarias y preuniversitarias; con tal de que la muchachada participase de un gran tinglado de consignas y bailes, con globos y matracas, en medio de una plaza o de un parque. Y todo muy animado con la lambada o la música de la Charanga Habanera.
¡Huy… huy… huy!: ¿Megáfonos, en Miami, con la Charanga Habanera; para atraer a los jóvenes? ¿Tan estúpida es la juventud cubana del exilio y tan poco patriótica? Yo sé de muchísimos jóvenes ‒casi todos los que conozco y con los que me relaciono todos los días‒ que no precisan escuchar la flauta de Hamelin para conminarlos a luchar por Cuba. Creo que so pretexto de exaltarla y darle un papel preponderante en el exilio, ofenden a nuestra juventud; a la que sí no hay que convencer ‒porque ya está firmemente convencida‒ de la urgencia de liberar a Cuba. ¡Entonces, ahora, que cambie la estratagema la trasnochada KGB cubana; porque el tiro le ha salido por la culata! (Quizá van a tener que enviar a la Florida agentes mejor entrenados y mejor pagados). ¡Ah… y a otros con el cuentito de que Castro traicionó la Revolución y que por acá debemos ser algo así como los verdaderos revolucionarios! ¡Que convenzan a su abuela! Yo no soy ‒ningún otro patriota querrá serlo‒ un revolucionario sino un restaurador.
No, no son tan inteligentes los de la Inteligencia Cubana. Ni somos tan tontos por acá. Ni yo soy el único que está sobre aviso acerca de este tema.
Y que quede claro ‒clarito‒: que el exilio no es quien tiene que cambiar sino la sociedad cubana allá en la isla. Y es que sólo una fecha de vencimiento tendrá nuestro ardiente deseo de ver a Cuba libre; por lo que no hay nada envejecido aquí, en el exilio, ni nada que cambiar y sí muchísimo para conservar o restaurar, como lo son la pasión y el patriotismo y esa rabia sagrada que tanto atacan nuestros detractores pero no es otra que aquella misma que mantuvieron invariablemente, sin acomplejarse por ella y sin pretender modernizarla o refrescarla, los guerreros independentistas en el siglo XIX.
Sépase, además, por todo ello, que ninguna generación de auténticos exiliados está en conflicto con la otra y que los viejos no están en contra de los nuevos. Es que… ¿para quiénes lucharon en su tiempo y siguen luchando, aún con sus setenta y ochenta años, sino para la juventud, para los hombres del mañana? ¿Para quién es la Cuba nueva que soñamos sino para los nuevos cubanos? ¿Qué otro sentido tienen nuestras rabietas de hombres heridos en el cuerpo y en el alma sino el deseo de que las nuevas generaciones disfruten de la libertad? Yo mismo no la quiero para mí, que voy por los cincuentitantos; porque ya tengo vida aquí y no tengo demasiadas fuerzas como para reubicarme y reinstalarme nuevamente. Tampoco sé yo que ningún señor del primer exilio cubano ‒del que un grupo de ingratos se mofa de su ganado titulo de historico y al que llamaintolerantes y desfasados‒ quiera la libertad de Cuba para sí o para, una vez destronado el tirano, ir con esta mucha edad a recuperar la casa destartalada y mustia de La Habana ni a reconstruir una vida que tienen más que consolidada aquí, cerca de la calle ocho, en su querido Miami. Todos ellos bien habrían podido desentenderse de la lucha cubana y disfrutar de las comodidades y beneficios que consiguieron con mucho esfuerzo en tierra extraña y, sin embargo, encabezan la lista de los más esforzados y ejemplares luchadores.
Empero ‒y sonrío con sorna‒ he oído ya, en estos días y por estos lares ‒o he leído en algún blog‒, cierto discursito predeterminado, como de agentito al que no le completaron el entrenamiento ni la paga, pedir la colaboración y, sutilmente ‒pero no muy sutil‒, la contrición de nuestros mayores. Y lo peor no es el discurso sino los incautos que lo aplauden. Pero ¡habráse visto cosa igual!: ¡Dios mío… qué falta de respeto! Más bien los más jóvenes deberían pedir a los más viejos que no, que no cambien, que mantengan esa nobleza y esa solidaridad con los que sufren en la isla y afinquen aún más ese evidente amor y esa consideración con los más jóvenes y esa compasión y entrega. Es que todos sabemos que, a la larga, es la juventud ‒más que nadie‒ la que acaso podrá disfrutar, a plenitud, de una sociedad mejor. Más bien los de todas las generaciones deberían honrar y bendecir, con profundo agradecimiento y con el respeto que merecen, a esos veteranos que todavía no han tirado la toalla en esta guerra de más de cincuenta años.
Entonces… ¡que no jodan más con la cantaleta de que hay que unir al exilio y de que hay que cambiarlo! No perdamos ‒como ya dije‒ la perspectiva, que no se nos vaya el patín aceptando excesivamente las críticas o pasándonos de autocríticos. Tengamos en cuenta que, al revés y al derecho ‒comoquiera que lo pongan‒, quien tiene que cambiar o rejuvenecerse no es el exilio ni es la unidad una táctica de lucha sino el propósito de la lucha. E insisto ‒porque urge insistir‒ en que desde hace mucho tiempo ‒y todavía‒ el exilio histórico y todos los exilios somos fervientes colaboradores de la juventud y que es precisamente para ella para quien trabajamos por la libertad y la democracia.
Y si a alguien se le olvidó; pues que recuerde que lo que divide a los cubanos en los de allá ylos de acá es el tirano y que ésta es ‒y no otra‒ la única división de la que debemos preocuparnos, tal vez ‒y acaso‒ podemos reclamar o sugerir mayor coordinación entre todas las organizaciones de exiliados para llevar a cabo acciones o actividades conjuntas; perocoordinación no es homogeneidad sino respeto de nuestras hermosas y válidas heterogeneidades. En tanto, recordemos siempre que, como fue el tirano el que dividió a los cubanos, debemos emprenderla contra el tirano ‒si es que de veras nos interesa la unidad. La lucha por la libertad no es otra cosa que una lucha por la unidad definitiva de nuestro pueblo. Y dígase bien y afírmese mil veces que lo que nos divide no es la heterogeneidad de nuestras opiniones ni las fantasmagóricas diferencias entre una generación de cubanos y la otra sino la tiranía comunista. Y repito: no se trata de luchar con unidad sino por la unidad. Unirnos es el fin y no la vía. Sólo la libertad unirá a los cubanos. Enfoquémonos en ella. Ese es el punto.
http://osvaldo-raya.blogspot.


