Juan Carlos Reyes Ocaña.
Holguín,
Anualmente cientos de cubanos ingresan a Estados Unidos mediante el programa de refugiados. Son individuos que sufrieron la represión del régimen de La Habana. Al llegar, el gobierno de aquel país les brinda ayuda económica. Sólo tener la oportunidad de decidir libremente lo que es mejor par sí y su familia, creo, es bastante.
A pesar de estos beneficios y la paz espiritual que se respira en extramuros, muchos cubanos son atacados
Este síndrome, que ya es llamado de varias formas, decido bautizarlo como el “SOTRAL”, es decir, el Síndrome del Olvido en Tierras de Libertad.
El SOTRAL se presenta de diferentes maneras y no todos presentan el mismo cuadro clínico, pudiéramos clasificarlos
1) Prometedor Amnésico: Este promete a sus hermanos de lucha, días antes de marcharse, ayuda de todo tipo, y les pide que confíen en él. Incluso dice que tratará de reagrupar a todos los ex miembros del partido o movimiento... pero súbitamente, al llegar a su destino, se olvida de todo y todos.
2) El Gorrión: Aquí se encuentran los que acaban con el saldo telefónico de sus parientes los primeros días de exiliados -la nostalgia los mata y llaman sin cesar-, luego de 6 meses desaparecen y jamás sabemos de ellos.
3) Auto-chantajeado: Estos llegan y automáticamente manifiestan: “No quiero saber más nada de política porque después la seguridad del estado no me deja entrar a
Cuba ”.4) El Crónico: Este es el peor de todos. Se marcha, nunca sabemos de él, ni siquiera
una tarjeta postal, y para colmo, regresa de visita a la isla y no nos conoce.
Alguien podría pensar que me causa placer abordar críticas como estas. Muy
Aviso: Amigo lector. Si cuando leas este trabajo te percatas de que fuiste contagiado
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