Juan O. Tamayo
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Muchos cubanos votarán en sus primeras elecciones democráticas este domingo. Pero no elegirán a nadie en Cuba.
Más de 12,000 ciudadanos españoles que viven en la isla pidieron que les enviaran boletas para votar por correo en las elecciones del domingo, según informes de los medios de prensa de España. Muchos de estos votantes, sin duda, no son nacidos en España y sólo recientemente adquirieron la ciudadanía.
Ellos se cuentan entre más de 25,000 cubanos que aprovecharon una ley española del 2006 que concede la ciudadanía a los nietos de inmigrantes de esa nación nacidos en el extranjero.
“Todos los ciudadanos españoles tienen derecho a votar”, lo sean por nacimiento o naturalización, indicó un funcionario del consulado español en La Habana quien no quiso comentar cuál porcentaje de los 12,000 podrían ser cubanos naturalizados.
El funcionario se rió, pero no dijo nada, cuando le preguntaron si esta podría ser la primera vez que algunos cubanos voten en elecciones democráticas. Fidel y Raúl Castro y los candidatos del Partido Comunista generalmente ganan las elecciones con el 90 por ciento o más de los votos.
El profesor retirado de la Universidad de La Habana Enrique López Oliva dijo que él había ayudado con sus boletas a dos amigos, padre e hijo, que se hicieron ciudadanos españoles recientemente “porque no están acostumbrados a tantos partidos políticos”.
Ambos planeaban votar a favor del Partido Popular, de centroderecha, el cual se espera que derrote al gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE), alegando que los socialistas no hicieron lo suficiente para presionar al gobierno de Cuba a que mejorara las condiciones de vida de su pueblo, afirmó López Oliva.
La Ley de Memoria Histórica de España, aprobada en el 2006, se concibió en parte para otorgar la ciudadanía a los descendientes nacidos en el extranjero de los españoles que se vieron obligados a huir del país en la década de 1930 debido a la Guerra Civil y la dictadura de Francisco Franco.
Miles de ellos se refugiaron en Cuba, y al menos 190,000 de sus nietos nacidos en la isla solicitaron entrevistas en el consulado español en La Habana para pedir la ciudadanía, según un reportaje de marzo del 2010 aparecido en el periódico español El País.
Casi 52,000 ya habían presentado sus solicitudes y 23,256 habían sido aprobadas en ese momento, mientras que 2,001 habían sido rechazadas, agregó el reportaje, señalando que Cuba tenía el récord por la mayor cantidad de solicitudes.
Se cree que muchos, si no una mayoría, de los 11.2 millones de habitantes de Cuba quieren abandonar la isla por razones políticas o económicas, pero ellos necesitan permisos de salida de su gobierno que son costosos y difíciles de obtener.
Al obtener la ciudadanía española, ellos obtienen nuevos pasaportes y el derecho a viajar al exterior sin el permiso de salida, la llamada “tarjeta blanca”. Pero no pierden su ciudadanía cubana ni el derecho de regresar a Cuba como visitantes.
Se estima que 15,000 cubanos con nuevos pasaportes se han trasladado a España permanentemente, pero muchos otros se han quedado en la isla porque carecen del dinero o el deseo de emigrar.
Los dos cubanos mencionados por López Oliva obtuvieron sus pasaportes españoles “por si acaso”, pero no tienen el dinero necesario para irse a vivir a España, comentó éste a El Nuevo Herald desde su casa en La Habana.
El País informó esta semana que el alto número de solicitudes de boletas por correo en Cuba era sorprendente, en relación con la reciente tendencia a disminuir en países con grandes poblaciones españolas tales como Argentina, Francia, Alemania, Suiza y Uruguay.
Alrededor del 15 por ciento de los casi 83,000 ciudadanos españoles que viven en Cuba pidieron boletas de voto en ausencia. En Argentina, el país con el mayor número de españoles expatriados, sólo lo hizo el 7 por ciento.
De hecho, el alto número de solicitudes de Cuba causó que los socialistas en la región de Galicia, en el noroeste de España, se quejaran de que sus rivales políticos habían provocado esto al distribuir recientemente asistencia de bienestar social a los gallegos necesitados en Cuba.
“Lo que pasó en Cuba significa un salto increíble. Algo tiene que estar pasando allí”, se quejó esta semana Marisol Soneira, funcionaria de la rama del PSOE en Galicia.
La Junta Electoral Central española restó importancia a la queja, diciendo que la asistencia, que equivale a unos pocos cientos de dólares, se distribuye habitualmente al comienzo de la temporada festiva a través de bancos en Cuba que cooperan con el programa de asistencia.