Monday, January 18, 2010

ARIEL SIGLER AMAYA: UN PRESO POLÍTICO EN PELIGRO DE MUERTE.


Por: Iliana Curra

Escuché con tristeza e indignación la denuncia de su querida madre, la señora Gloria Amaya, cuando entre gritos y llanto decía que su hijo estaba muriendo. Me convencí, una vez más, que la represión de una dictadura militar de medio siglo no cree en nada…ni en nadie, por tal de mantenerse en el poder.

Innumerables denuncias de sus hermanos, Miguel y Juan Francisco Sigler Amaya, han recorrido el mundo, a veces un mundo indiferente al dolor de los cubanos que han sufrido, y sufren aún, las consecuencias de enfrentarse a ese régimen totalitario que tanto habla de derechos humanos, mientras encarcela, fusila, patea y destruye a todo un pueblo. Y aún sabiendo todo esto, quedé totalmente impresionada cuando vi las imágenes de Ariel Sigler Amaya, un joven que cuando entró a la cárcel pesaba unas 200 libras, midiendo seis pies de estatura.


“Una foto vale más que mil palabras”, dice un refrán por ahí. Y es cierto, la foto de un Ariel Sigler, desnutrido, extremadamente delgado y pálido, da tanta pena que casi dan ganas de llorar. Pero también da rabia, una rabia que te hace levantar y pedir justicia, esa justicia que un futuro tendrá que existir para empezar desde cero en una Cuba libre porque, sin justicia no habría patria. Ahora el dolor de haber perdido a su madre pudiera empeorar su salud, una salud ya resquebrajada al tope. Es como si la muerte lo esperara al doblar de su celda, pero no podemos permitirlo. Tenemos que seguir denunciando su caso, como tantos otros que en las cárceles están en esas mismas condiciones.

Ariel Sigler no puede morir, como no pueden morir sus ideas de libertad. Los presos políticos cubanos están sufriendo demasiado en esa isla donde impera la represión y el terror, donde la vida vale menos que nada. Y eso no es justo.

La conciencia internacional, si todavía existe, debiera levantar su voz a favor de los presos políticos cubanos que padecen un encierro indebido en condiciones infrahumanas, tratados como bestias y llevados a castigos indignos. Nadie debe callar ante tanta ignominia. ¡Ya basta de maltratos y condenas absurdas de una dictadura que muchos aplauden aún! ¡Ya basta de sonreírle a repugnantes dictadores que se creen dueños de la vida de todo un pueblo! Ariel Sigler Amaya y tantos hermanos nuestros tienen que ser liberados y no pueden morir. Mucho más aún: tiene que ser libre el pueblo de Cuba entero, y en ese camino vamos. Mientras, apelamos a todos aquellos que desean de verdad la libertad de la patria para que sigan levantando sus voces.




MISA POR GLORIA AMAYA GONZÁLEZ




En la Ermita de la Caridad se realizó este sábado 16 de enero se celebró una misa por Gloria Amaya González, quien muriera sin ver ni a sus hijos ni a su patria libre. Una misa sentida y triste por alguien que, sabemos, continuará su lucha desde el Cielo. Allí estuve junto a otros hermanos que desde el Exilio continúan su lucha por ver a Cuba libre.





Cartel puesto en la Ermita de la Caridad con fotos de la valerosa familia Sigler Amaya. A la derecha la foto de Ariel y al otro extremo la foto de Guido, ambos encarcelados actualmente.







Gloria Amaya murió a la edad de 81 años, pudiera haber durado mucho más si el sufrimiento y el dolor no hubieran intervenido en su vida, una vida larga y llena de tristeza sin descansar jamás, denunciando constantemente el acoso y la represión a que ha sido sometida la familia Sigler Amaya en un pequeño pueblo de Matanzas llamado Pedro Betancourt.



Pero su mayor sufrimiento fue el encarcelamiento de tres de sus hijos. Miguel pudo salir de la cárcel y venir al exilio. Los otros dos aún padecen la represión directa de una dictadura brutal que no tiene piedad con nadie. Hoy Ariel casi está muriendo, en condiciones realmente patéticas, nada más ver las fotos que le hicieron en el velorio de su madre, y Guido tampoco está nada bien. Esto no es más que el resultado de enfrentarse a un régimen totalitario que no acepta los gritos de libertad del pueblo cubano. Es el precio a pagar por querer ser libre a toda costa.






1 comment:

Angélica Mora said...

sON VERDADEROS PATRIOTAS