Friday, August 26, 2011

De lo absoluto “obsoleto”. ¿Quiénes son los ‘bárbaros’ ahora?


agosto 26, 2011


Zoé Valdés ¡Libertad y Vida!


.No hay nada más obsoleto que comportarse y manifestarse con un absolutismo fuera de lugar, es lo que acaba de hacer Pablo Milanés en El Nuevo Herald. Es una pena que no haya tenido la grandeza de tenderle una mano, no solo a los que dice él que lo admiran en el exilio, sino a los que no pueden verlo ni en pintura, no por él, sino por lo que él sabe que representa para una gran mayoría, no una minoría como se ha atrevido a decir, porque supongamos que una gran mayoría vaya a verlo, pues eso quiere decir que esa gran mayoría irá al teatro, sobre todo, por lo que él representa y a quienes representa, y su vida y su historia la deja plasmada más clara que el agua en esa entrevista. Esa “gran mayoría” es relativa, como todo, en relación a él solamente.

 
Pudo haber sido sincero, pero no lo fue, vuelve a repetir la falsedad, muy astuta y sinuosamente, de que la verdadera cultura cubana se encuentra en Cuba más viva que nunca, olvidando que muchos músicos, artistas, y escritores cubanos nos encontramos en el exilio editando, publicando, dando conciertos, con mayor intensidad y rendimiento (para hablar con el lenguaje que ellos entienden) de lo que se hace y se expresa en Cuba hoy en día, olvida la censura que todavía existe en Cuba para esos artistas, y lo que es peor, olvida que él se encuentra en Miami porque le han dado la orden de dar ese concierto, porque del mismo modo que antes no permitían a nadie viajar a Miami, ahora es todo lo contrario, ahora el plan es penetrar Miami con todo. Y si el régimen castrista no hubiera estado de acuerdo, no hubiera autorizado ese viaje suyo, y él no estaría allí.

 
Pero lo que es más vergonzoso, con esa frase Pablo Milanés vuelve a borrar a Celia Cruz, a La Lupe, a Olga Guillot, a Willy Chirino, a Gloria Estefan, Marisela Verena, y a una gran cantidad de artistas exiliados, algunos muertos en el exilio, y otros muy vivos, quienes siguen produciéndose en escenarios del mundo entero. Pablo Milanés sabe que a muchos de esos artistas, por ejemplo a Willy Chirino, les han quitado escenarios en España, en Italia, en Francia, para dárselos a ellos, a los artistas de adentro, y no por problemas artísticos, sino políticos. Porque para nadie es un secreto que los empresarios prefieren pagarle una basura a los artistas que viven en Cuba, que pagar como se debe a los que viven en el exilio y saben exigir sus derechos. Además, estos artistas que vienen de Cuba no han hecho más que abaratar el mercado de la música, porque no sé PM, pero la gran mayoría de los que sale de allí les importa un carajo que les paguen con dos lechugas y un colchón en París, con tal de poder viajar. Lo mismo ha pasado con la literatura y con el periodismo, las editoriales y los periódicos prefieren pagar una miseria a los que están en la isla, con tal de contratar a los que en el exilio saben lo que vale un trabajo de calidad. Pero a muchos no les interesa la calidad, lo que les mueve es el bisne, más que la ideología misma. Y con decir que el artista vive dentro de la mierda de Cuba, y que escribe revolcándose en los intestinos de Fidel Castro, ya eso encanta a los izquierdosos de la “cultureta” (como diría Terenci Moix) de caviar y cava (champán).

 
Para los escritores y artistas del exilio la lucha ahora es doble, no sólo por defender nuestros derechos de autor, los que nos negaron en Cuba, y ahora nos quieren rebajar aquí porque esta gente que viene de Cuba se contenta con cincuenta euros por disco, además, tenemos que enfrentarnos y defender nuestras opiniones, las que nos negaron allá, por las que tuvimos que exiliarnos, ya que esta gente llega al extranjero diciendo lo que dice Pablo Milanés al final de la entrevista, que la Educación y la Salud son gratis en Cuba, y de gran calidad, ¡qué repulsión me da oir eso cada vez! Como si no hubiéramos tenido familiares enfermos en Cuba, como si no hubiéramos parido en Cuba, y no en una clínica de lujo, sino en un hospital para los cubanos de a pie, ¡qué asco me dan esas afirmaciones! No hay más que ver en google las fotos de los hospitales cubanos. Ni siquiera se acuerda PM de los enfermos mentales del Hospital Psiquiátrico (23 en total), que murieron de hambre y de frío, maltratados por el personal del hospital, un hospital del régimen, del estado cubano. Si yo fuera médico cubano y viviera en Miami estaría indignada con estas declaraciones. Aparte, ¿quién le dijo a ellos que la gente vive gratis en el mundo? ¿Elegí yo alguna vez esa salud de mierda gratis, y ese adoctrinamiento gratis? ¡No! Prefiero pagar antes de morir en sus manos, antes de que mi hija tuviera que ser adoctrinada como hicieron con nosotros. En Francia, también hay asistencia médica gratis si usted se declara indigente (que es lo que son todos los cubanos de a pie), y la educación pública es gratis.


Pero volvamos a eso de que la cultura en Cuba está más viva que nunca, y que se desarrolla y sigue viva. ¿Cómo se puede desarrollar una cultura que censura a los escritores exiliados, que censura a los músicos exiliados, pero que primero que nada los censura a ellos, a los que viven allí, y los obliga a hacer un discurso de feria para el extranjero que le lave la cara a esa dictadura, y además se tengan que tragar la lengua adentro? Eso no es cultura, eso es “cultureta culturosa”, de seguroso que ya no puede dar un paso atrás por lo muy comprometido que está con aquella cagazón. La cultura cubana de adentro de Cuba, digámoslo de una vez, se alimenta copiando, plagiando la del exilio. Es así como han conseguido publicar fuera, y editar música en los mismos lugares donde los exiliados se han abierto una brecha. ¿Y saben por qué plagian? Porque están muertos. Plagian, además con el descaro, de añadirle el discursito robolucionario y no mencionar a papá Castro, como no sea para halagarlo, directa o indirectamente.


Por otro lado, PM sabe que con la única publicidad con la que cuenta, aparte de la que le paga Jugo Rancio, bastante miserable, por cierto, es con la de la escandalera de los exiliados, que según él son pocos, también me imagino que sabe que él, en estos momentos, es una ínfima parte de esa gran cultura que es la cubana, más viva en el exilio que adentro, algo que está ocurriendo desde la época de Gertrudis Gómez de Avellaneda y de José Martí, aunque, contra, qué cosas, durante la República al parecer se exiliaron pocos artistas y en comparación con lo que vino después, también muy pocos cubanos en general.


Hablo de exiliados, no de “emigrados”, títulos distintivos que quieren endilgarnos ahora a los exiliados, y que cómo que no, son títulos que reparte invariablemente el régimen: tú sí, tú no, y algunos con la lengua afuera esperando por esos títulos. Sin embargo, antes, no hace mucho, los exiliados eran para ellos escoria, gusanos, traidores, etc, ahora ni siquiera son exiliados, no, ahora son emigrados, una fórmula para seducir idiotas y sacarles el dinero. Sin embargo, los que todavía estamos en una lista negra, con honor y gusto de estarlo, seguimos siendo para ellos traidores, gusanos, escoria, o simplemente no existimos, intentan borrarnos del panorama cultural a través de sus esbirros en el exterior, que no son únicamente los cubanos bajo sus botas, también hay muchos no cubanos que se venden por un viajecito a Varadero, metidos en los calcetines verde olivo del castrismo. Yo no, yo soy exiliada.


Pero sigamos con PM, al parecer ya está en Miami, y cantará, y tendrá su público. Nadie lo agredirá físicamente por estar allí, por expresarse como lo ha hecho, a favor del castrismo en el corazón del exilio, en las entrañas de la “mafia cubana“, por representar al castrismo, nadie lo golpeará como le hicieron a estas mujeres que comparten hoy periódico hoy con él, y que, por fin haciéndose justicia periodística, aparecen en la portada de El Nuevo Herald. Que Pablo Milanés cante y se exprese de la manera como lo hará en Miami no es más que la prueba de que en democracia siempre gana la libertad individual de cada cual, pero eso no quita que muchas personas verán su libertad violada con la presencia de este miembro de la Nueva Trova, que cantó en contra de los marielitos, que cantó el “poeta eres tú, comandante“, que cantó a la revolución castrista nicaragüense, entre otras canciones políticamente comprometidas, y esas personas, profundamente heridas, tienen el derecho de protestar, están en todo el derecho de hacerlo.


Que PM haya compuesto también canciones como Yolanda, como Para vivir, El breve espacio en que no estás, etc, nadie lo niega, todos las hemos oido (al menos los que nos tocó oirlas por imposición, sin derecho a elegir otras opciones). Algunas me siguen gustando, otras no, sólo desde el punto de vista artístico. Pero sobre todo me pregunto, ¿qué razón tiene seguirse llamando cantautor protesta si nunca se ha protestado en contra de las verdaderas injusticias en su propio país? Pero todavía más, ¿qué hay de grandioso en llamarse integrante de la Nueva Trova cuando todos sabemos que la Nueva Trova fue creada en buena medida para pisotear a los viejos de la Vieja Trova, los pilares auténticos de ese género de expresión musical cubana?


Mientras nos prohibían la “cultura extranjerizante” y a sus verdaderos símbolos, como Los Beatles, Bob Dylan, The Rolling Stones, Joan Baéz (nunca me gustó), entre otros, estos integrantes de la Nueva Troca los copiaban, y nos daban una cultureta cubana pasada por el agua precisamente extranjerizante que nos habían prohibido beber, saciando a medias nuestra sed. Una vez fuera, ya nadie puede engañarnos más, y prefiero oir a los originales que a las copias pasadas por el tamiz de la censura y de la parametrización. Porque ahora puedo oir a Edith Piaf, y de vez en cuando me acuerdo, de manera irremediable, de Edita Pieja, y puedo incluso asistir a un concierto de Paul Anka, y también sintonizar a Karel Gott, y así de suite.


Aparte, particularmente yo, no me importa lo que sienten los demás, ni lo juzgo desde el punto de vista personal, he hecho un rechazo visceral a todo esto que tiene que ver con la “cultureta” castro-revolucionaria, y prácticamente vivo en el pasado, sólo veo películas viejas de Hollywood, y me río a carcajadas cada noche, porque me digo que cómo nos mintieron con Hollywood, no el de ahora, no la mediocridad de hoy, no, sobre aquel Hollywood dorado, cómo nos mintieron con los músicos cubanos de antes, a los que ahora tratan de rescatar, sólo por interés comercial, cómo nos mintieron con los músicos de todas partes del mundo, llamándolos “enemigos y representantes del diversionismo ideológico“. Hoy se morirían por tener a un Bono de parte de ellos, ¡pobre gentuza ignorante!


Pero regresemos a PM, yo creía que todavía podíamos esperar que dijera su verdad, la suya, que pensara por él mismo, no ha sido así. PM no lo hará, el castrismo que lo habita es más fuerte que su arte, qué pena. Pero al menos, imagino que sepa que al no hacerlo ha traicionado a su público, que son los cubanos de a pie, exaltando siempre, cómo no, aquello que dice él que es “la gloria que se ha vivido“(*). Que no es tal gloria ya, porque ni se han hundido en el mar, como sí se han hundido y perecido tantos balseros huyendo del castrismo; y más bien se la pasan cambiando esos falsos días de gloria castristas por concierticos en Miami, en la capital de aquellos a los que siempre consideraron enemigos, o peor: invasores. ¿Quiénes son los invasores ahora, Pablo Milanés? ¿Quiénes son los ‘bárbaros’ según el poema de Constantino Cavafis?


Zoé Valdés.



(*) Framento de Cuando te encontré de Pablo Milanés:

 
“Y esto que encontré ya no era desconocido,
se hizo la canción que se había perdido,
no la perderé, ni la mayor riqueza arrancará
una concesión a ese clamor repartido.
se encontrarán los del machete aguerrido
con el último héroe que hasta hoy se ha perdido,
todos gritarán será mejor hundirnos en el mar
que antes traicionar la gloria que se ha vivido.”

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